El video y la valentía de quienes ahí aparecen, generaron
muestras de solidaridad de parte de otros estudiantes, primero de universidades
privadas (Anáhuac, ITAM y Tec de Monterrey), y posteriormente de la Universidad
Nacional y el Politécnico. Así surgió el movimiento #YoSoy132, que apunta a
generar un cambio en la cobertura que dan los medios a las campañas electorales.
Tiene como objetivo principal promover la democratización de los contenidos mediáticos,
de manera que no se creen percepciones que redunden en una ventaja para unos u
otros. Está claro que ser objetivo y veraz no se limita a asignarle la misma
duración o longitud a las notas de los cuatro candidatos, implica también evitar
la omisión de datos que tergiversa las cosas e induce a la audiencia a
favorecer al candidato que la televisora o el diario decida “cuidar”.


Me dediqué a buscar al repartidor para cuestionarlo, lo encontré a los alrededores del monumento repartiendo ejemplares a los recién llegados y me acerqué a hablar con él.
–¿Quién te paga? –le pregunté
–Umm, no nadie, lo hago por amor al arte –respondió empezando a incomodarse.
–¿Repartes propaganda gratis entonces? –Se quedó callado y me entregó un ejemplar. Sólo tuve tiempo de examinar la portada cuando me interrumpió para pedir una cooperación –Apóyame con una moneda –me dijo, le respondí que no traía cambio y rápidamente me arrebató el diario que “por amor” repartía en un evento estudiantil y apartidista. Me alejé unos metros y claramente preocupado u ofendido se acercó a una “colaboradora” que cargaba no menos de 50 ejemplares. –Ése –exclamó mientras me apuntaba con el dedo. Esbocé una sonrisa y continué mi recorrido. Era ingenuo pensar que los partidos, en este caso el PRD, no fueran a lucrar con un evento de esta magnitud.
A las seis en punto la Estela de Luz y sus alrededores
estaban completamente abarrotados. Se dice que asistieron alrededor de 15,000
personas, entre las cuales se encontraba el poeta Javier Sicilia del Movimiento
por la Paz con Justicia y Dignidad.

Al llegar al Ángel se hizo una pausa y habló un señor que
estuvo presente en el movimiento estudiantil de 1968:
–Deben de seguir
adelante…la estafeta del ’68 la deben de tomar. –Exclamó a través de un
megáfono. Este fue uno de los momentos de mayor efervescencia, se repitieron
las consignas contra el candidato del PRI y un pequeño sector gritaba “¡Zócalo,
Zócalo!”. La marcha tenía nuevo objetivo.
Fue una larga caminata de Reforma a la explanada del Zócalo pero la aglomeración no disminuyó en ningún momento. Es indudable que todos los presentes estaban ahí por convicción, –es difícil que alguien camine varios kilómetros sosteniendo pancartas en el aire y gritando a todo pulmón si no cree en la causa que defiende–, el problema es que cada quien
defendía causas distintas. Si bien son legítimos los reclamos de todos los sectores
de la población, conforme pasaba el tiempo se iba perdiendo el sentido “estudiantil”
del movimiento. La marcha se convirtió en un pretexto para “mentarle la
madre” al PRI y a Televisa, y en menor grado a Felipe Calderón (sobre todo de
parte de algunos afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas). ¿Valió la
pena? Definitivamente sí. El movimiento creció tanto que los medios tuvieron
que cambiar –aunque sólo superficialmente– la línea que siguen en la cobertura
de eventos políticos. Después de más de una semana del evento en la Ibero,
Carlos Loret de Mola dedicó varios minutos en su noticiero matutino a exponer,
sin tapujos, lo que sucedió con EPN, y recibió en el estudio a tres estudiantes
que estuvieron ahí. Insisto en que estas son oportunidades que deben
aprovecharse, creo que el primer paso ya se dio, llamar la atención de la
ciudadanía y de los medios. Es esencial evitar que de aquí en más se asocie el
#YoSoy132 con la campaña de López Obrador, porque somos muchos los que buscamos
imparcialidad en los medios y NO comulgamos con las ideas del candidato de la
izquierda. Los organizadores del movimiento entendieron esto y fueron muy
claros en el carácter apartidista que lo distingue, es una lástima que algunos,
así sean miles, traten de utilizarlo para favorecer a AMLO o insultar a Peña
Nieto (Hay mucho material para hacer una crítica fundamentada del PRI y del mexiquense.
Los argumentos pesan y duelen más que los insultos).

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1 KRAUZE, León, “Un México mejor”, Sin Embargo, 24 de mayo de 2012, http://www.sinembargo.mx/opinion/24-05-2012/7117
¡Ah! que bueno que haya una opinión fresca, involucrada y claramente descriptiva de estos acontecimientos. La imparcialidad absoluta no es posible, ¡y que bueno que así es! Si estás vivo y circula sangre por tus venas, entonces expresas tu visión con un sesgo, tu sello personal; aquí lo importante y muy agradecible es que este sesgo apunta en dirección a la neutralidad, para que sea el lector el que se desgañite a favor o en contra de lo que se le pegue la gana.
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